Después del post Compuestos del Amonio Cuaternario, Aminas y Bisguanidas, continuamos con Los Fenoles, Derivados, los Aldehídos y Metales.
Fenoles y Derivados
Son unos agentes antimicrobianos usados desde hace muchos años por sus propiedades antisépticas, desinfectantes y conservadoras. Actúan sobre la membrana citoplasmática favoreciendo la fuga de los orgánulos intracelulares. Joseph Lister usaba un pulverizador de ácido fénico en el quirófano que consiguió disminuir la mortalidad en los quirófanos de un 50% a un 6%.
Los bisfenoles son derivados hidroxihalogenados con dos grupos fenólicos conectados por varios puentes. Tienen un amplio espectro de acción, pero tienen poca acción frente a la psudomonas aeruginosa. El triclosán y el hexacloropheno son los biocidas más utilizados, sobre todo en antisépticos. Ambos compuestos tienen efectos acumulativos y persistentes en piel.
Actúan desnaturalizando proteínas, dañando membranas plasmáticas e inactivando enzimas. Mantienen su actividad en presencia de materia orgánica, son estables y permanecen activos en superficies después de mucho tiempo de su aplicación, pero no son esporicidas. Tienen mal olor y pueden causar irritaciones cutáneas.
Indicaciones:
- Desinfección de superficies.
- El triclosán antiséptico.
- Asociado a otros productos como el glutaraldehído sirve para potenciar su acción.
Contraindicaciones:
- Irritación de tejidos.
- El hexaclorofeno en jabón se retiró por degenerar tejido neural en neonatos.
Los Aldehídos
La actividad de los aldehídos reside en la desnaturalización de las proteínas y de los ácidos nucleicos. Son muy eficaces frente a bacterias, virus y hongos. Se utilizan tanto para la desinfección de superficies como para la desinfección de instrumental. Los más usados son el glutaraldehído y el formaldehído. Se trata de desinfectantes de alto nivel.
Indicaciones:
- Desinfección del instrumental.
- Esterilizantes químicos.
- En espráis desinfectantes de superficies.
Contraindicaciones:
- Dermatitis de contacto.
- Asma.
- Alergia.
- Carcinógeno potencial (formaldehído).
Formaldehído
El formaldehído gaseoso es un excelente desinfectante. Sin embargo, se usa más como formol (solución acuosa de formaldehído al 37% que es esporicida a altas concentraciones, pero es irritante, con escasa penetración, acción lenta y olor desagradable). Se forma por la alquilación grupos amino. La más utilizada es la formalina, que es formaldehído al 37%.
Es un compuesto bactericida, tuberculicida, fungicida, viricida y esporicida (limitado).
Sus usos en atención sanitaria están limitados por sus vapores irritantes y su olor a acre, incluso hasta en niveles muy bajos (<1ppm). Se considera un carcinógeno potencial (OSHA): posible relación con el cáncer nasal y de pulmón. La exposición en aire, aunque sea a bajos niveles, puede provocar asma y problemas respiratorios.
Glutaraldehído
Es un líquido oleaginoso transparente o algo amarillento que posee un olor acre. Se trata de un desinfectante de alto nivel, bactericida, viricida en 10 minutos y capaz de matar esporas en tiempos prolongados (3-10 horas).
El glutaraldehído al 2% es eficaz como desinfectante en 30 minutos, se usa para esterilizar instrumentos clínicos. Es un dialdehído que al alcalinizarse se activa y dura 14 días activo.
El glutaraldehído a bajas concentraciones (0,1%) inhibe la germinación de la espora, mientras que al 2% es esporicida. Es por ello por lo que se considera un agente capaz de esterilizar.
El problema del glutaraldehído es que por contacto directo o exposición a sus vapores provoca dermatitis de contacto y posibles efectos irritantes en conjuntiva y mucosas. Se considera un riesgo laboral por dermatitis, alergia y asma.
Ha sido utilizado durante muchos años como desinfectante de alto nivel de referencia. Se está dejando de usar por los efectos secundarios que posee.
Metales
Son poco usados en odontología. Mercurio, plata, cobre y cinc pueden ser germicidas o antisépticos.
Los compuestos de cinc son componentes de formulaciones bucales de uso en odontología.
Conclusión
Tenemos que ser racionales a la hora de elegir algo que sea eficaz, pero, a la vez, que no sea lesivo para nosotros o el medio ambiente.
Es necesario ser rigurosos al hacer la mezcla del producto en cuanto a concentración, temperatura y tiempo de exposición.
Saber la fecha de activación del producto para tener en cuenta su periodo de actividad.
No todos los antisépticos y desinfectantes valen para todo. Es importante saber que los alcoholes, por ejemplo, pueden estropear el reflectante de la lámpara del equipo, mientras que otros pueden estropear o decolorar el sillón dental. En lo que sí hay que ser rigurosos es en la meticulosa limpieza y desinfección del material para su posterior esterilización.
Los productos utilizados para la limpieza y desinfección del equipo dental suelen ser mezclas de varios de los componentes anteriormente descritos. La mayoría de los espráis y toallitas desinfectantes de superficies poseen como componente principal el alcohol y, luego, se le añaden o no más compuestos. Sin embargo, los productos utilizados para la desinfección del instrumental varían enormemente en su composición. La ventaja de la combinación de sustancias es que se aprovecha lo mejor de una para solventar los defectos de la otra.
Es muy importante estar concienciados de la importancia de la desinfección y esterilización en la clínica dental. Las infecciones cruzadas son un problema evitable que está en nuestra mano.
FUENTE: Dra. Gema Maeso Mena. «Principios de Bioseguridad en la Clínica Dental» Editorial Peldaño Media Group. S.L. 2022