Continuamos con la serie dedicada a la limpieza del gabinete después del post Clasificación del instrumental, según su potencial para propagar infecciones.
La limpieza es una parte esencial de la desinfección. Una limpieza inadecuada favorece la acumulación de depósitos orgánicos que invalidan el proceso de desinfección. La limpieza meticulosa elimina la mayor parte de la carga bacteriana y facilita la desinfección.
Cuando realizar la limpieza: antes de comenzar la jornada, entre paciente y paciente, después de una cirugía, al finalizar la jornada y un mantenimiento semanal.
A continuación, hablamos sobre cómo realizar la limpieza de la clínica dental antes de comenzar la jornada, entre paciente y paciente y al finalizar la jornada.
Antes de comenzar la jornada
Cuando comenzamos a trabajar tenemos que tener en cuenta que las superficies del equipo han tenido muchas horas para que los microorganismos se multipliquen desde el día anterior. Más importancia tiene si cabe la limpieza de inicio de semana, pues el parón del fin de semana ha permitido el crecimiento de colonias bacterianas.
Al llegar a la consulta prepararemos desinfectante para la limpieza de suelos y zonas comunes. Limpiaremos los suelos y baños, así como objetos de contacto habitual como pomos de puertas, tiradores, etc.
Los conductos hídricos son susceptibles de contaminación, y nuestros equipos han estado parados varias horas favoreciendo un caldo de cultivo perfecto. Los conductos son susceptibles de contaminación y de formación de biofilm bacteriano en su interior. Aunque los instrumentos rotatorios tienen una válvula antiretorno, se ha demostrado que es posible encontrar microorganismos peligrosos como mycobacterium tuberculosis, legionella, hepatitis, etc.
Cada día, al comenzar la consulta es necesario dejar circular el agua del equipo, tanto de la escupidera como de cada manguera. Existen dispositivos que proporcionan agua desinfectada y osmotizada al equipo, de modo que el agua que circula en el interior desinfecta los conductos.
La aspiración es otro punto caliente en la contaminación cruzada. Es fundamental desinfectar la aspiración después de cada jornada. Existen diferentes productos que ayudan tanto a la desinfección como a la desincrustación de los depósitos aspirados durante la jornada laboral.
Después de la renovación del agua de los conductos, procederemos a la limpieza de las superficies con toallitas desinfectantes para la eliminación de las posibles colonias formadas durante la noche.
Entre paciente y paciente
Se trata del momento más importante. Utilizaremos toallitas desinfectantes. El procedimiento es ir de lo más limpio a lo más sucio.
- Ventilar la sala.
- Retirada de los cobertores de superficie, campos y films protectores.
- Dejar pasar agua por los rotatorios y retirarlos de la manguera.
- Retirada del instrumental contaminado y su transporte a la sala de esterilización.
- Limpieza con toallitas desechables empezando por encimeras y tiradores, seguido de lámpara, tapicería y consola del sillón. No olvidar la consola donde están los botones del sillón.
- Dejar circular el agua por la escupidera y desinfectar. Mientras circula el agua aspiraremos para limpiar los conductos del aspirador.
- Tras una cirugía es importante pasar un producto específico para aspiraciones. Puede ser el mismo que se utiliza al final del día.
- Inspección visual. Tras la limpieza es importante revisar todo, poniéndose a la altura del paciente. Recordemos que nosotros la limpieza la hacemos en una posición más elevada y bajo la consola se acumulan microorganismos y suciedad visible como salpicaduras de sangre que están a la vista del paciente. Es por ello importantísimo seguir siempre el mismo orden de limpieza, para nunca olvidarnos de ninguna zona.
Al finalizar la jornada
- Limpieza de la aspiración. Es recomendable usar cada noche un producto específico para la desinfección de la aspiración. Se recomienda utilizar el que recomienda la marca fabricante del equipo.
- Limpieza de escupidera, sillón, lámpara y mangueras.
- Limpieza de encimeras, suelos y zonas comunes. Se recomienda el método de doble balde. Este método consiste en utilizar un cubo para el desinfectante y otro con agua para aclararlo. Existen cubos ya diseñados a tal efecto, aunque se pueden usar dos cubos o cambiar el agua al primero. El hipoclorito sódico al 1% es una solución eficaz y económica a tal efecto. Utilizaremos una mopa para las zonas comunes y otra para las zonas de mayor contaminación como con los gabinetes. No debemos barrer el suelo pues levantaremos las partículas contaminadas y las dejaremos en suspensión.
- Retirada de la basura. En este punto es importante no arrastrar la basura por el suelo. No hacer trasvases.
- Al finalizar la jornada nos lavaremos las manos y retiraremos la ropa de trabajo que se echará diariamente a lavar. El cesto de la ropa también hay que desinfectarlo.
FUENTE: Dra. Gema Maeso Mena. «Principios de Bioseguridad en la Clínica Dental» Editorial Peldaño Media Group. S.L. 2022