Las manos del personal sanitario son portadoras de multitud de patógenos, incluidos algunos multiresistentes. El lavado de manos es un arma a nuestro alcance para evitar las infecciones nosocomiales.
Algunos programas de educación en la materia han demostrado un adecuado control de las infecciones.
Otro factor importante es hacerlo bien. Aunque el doctor tenga una correcta frecuencia de lavado de manos, no hacerlo perfectamente entraña un riesgo de infecciones.
Lavado de manos en clínica dental
Los momentos en los que tenemos que lavarnos las manos son:
- Al llegar a la consulta, antes de vestirnos.
- Antes de ponernos los guantes.
- Antes de tocar al paciente.
- Después de tocar al paciente.
- Al tener contacto con fluidos del paciente.
- Tras ir al baño.
- Antes de salir de la consulta.
Existen diferentes métodos para realizar el lavado de manos dependiendo del momento o la acción que vamos a realizar:
El lavado higiénico
Se realiza con jabón neutro. Tras enjuagarnos hay que enjabonarse y frotar las manos y los espacios interdigitales, eliminando completamente la suciedad de las uñas, si la hubiera, y aclarar abundantemente. Después secar con una toallita de papel desechable y cerrar el grifo con un trozo de papel (si lo cerramos con las manos volveríamos a contaminarnos).
El lavado antiséptico
El lavado antiséptico consta de dos partes. En una primera fase realizaremos el lavado higiénico anteriormente descrito y en un segundo paso utilizaremos una solución desinfectante hidroalcohólica para eliminar la suciedad, la materia orgánica y microbiana residente y transitoria.
El lavado con una solución alcohólica
Se realizará en lugares en los que no se dispone de grifo para lavarse las manos. Hay que frotarse vigorosamente con la solución durante 30 segundos, si se secara antes hay que humedecerlas más.
Lavado quirúrgico
Se realizará antes de la cirugía. Consiste en la eliminación tanto de la flora residente como de la transitoria. Necesitaremos un grifo que se pueda accionar con el codo, con la rodilla o con el pie, una esponjita desechable, jabón antiséptico a base de povidona yodada o clorhexidina (los estudios demuestran que mejor con clorhexidina) y dos toallas estériles. Lo ideal es usar esponjitas desechables impregnadas.
FUENTE: Dra. Gema Maeso Mena. «Principios de Bioseguridad en la Clínica Dental» Editorial Peldaño Media Group. S.L. 2022