La limpieza y desinfección son fundamentales en cualquier entorno médico, y las clínicas dentales no son la excepción. La higiene adecuada es esencial para prevenir la propagación de enfermedades y garantizar la seguridad tanto del personal como de los pacientes. Uno de los aspectos más importantes de la higiene en las clínicas dentales es el control de lavado, que incluye la limpieza de instrumentos, superficies y manos. En este post, exploraremos los controles de lavado en clínicas dentales y por qué son esenciales para mantener una práctica segura y eficaz.
Controles de lavado para una correcta desinfección y esterilización
Antes de llevar a cabo la desinfección y esterilización, es necesario realizar una limpieza adecuada ya que reduce significativamente la cantidad de microbios en el material. Estos procesos deben ser sistemáticos y seguir protocolos para garantizar que se realicen correctamente.
Sin una limpieza y desinfección adecuadas, no se puede llevar a cabo la esterilización. Por lo tanto, los controles de lavado son esenciales.
Las normas UNE-EN-ISO 15883 definen el lavado como el proceso de eliminar la suciedad y los contaminantes de las superficies de los instrumentos mediante la acción mecánica de un fluido con o sin el uso de agentes químicos.
Cuando se realiza el lavado manual de instrumentos (ya sea por inmersión o en seco sin inmersión), es difícil estandarizar el proceso y controlar factores importantes como el tiempo de lavado, la cantidad de detergente utilizado y la temperatura del agua.
Termodesinfección
La limpieza de dispositivos sanitarios es crucial para garantizar la seguridad de los pacientes y del personal que los maneja. Para lograr esto, se recomienda el uso de Termodesinfectadoras que realizan una limpieza automatizada que incluye un proceso de termo-desinfección. Este proceso asegura una limpieza homogénea y adecuada en términos de temperatura, tiempo, cantidad de detergente, productos limpiadores y lubricantes.
El uso de una Termodesinfectadora garantiza la máxima seguridad de higiene y limpieza de los materiales, instrumentos y equipos dentales, para ser usados posteriormente para atender a los pacientes de la clínica.
Se recomienda realizar pruebas microbiológicas periódicas en los instrumentos o equipos que han sido sometidos a procesos de termo-desinfección y lavado para evaluar su eficacia. La frecuencia de estas pruebas debe ser establecida en el sistema de gestión de la calidad.