El autoclave es un instrumento imprescindible en hospitales, clínicas de odontología, laboratorios, etc, cuando la función de esterilizar distintos instrumentos, alimentos y materiales para una desinfección total es una prioridad. A continuación destacamos la temperatura que el autoclave debe alcanzar para conseguir dicha esterilización.
El autoclave se utiliza sobre todo para esterilizar o desinfectar instrumental médico, aunque también se suele utilizar en otro tipo de procesos de fabricación.
Temperatura del autoclave
Cuando este se encuentra en funcionamiento, genera vapor de agua con restricción de salida, obteniéndose una presión en la parte interna de 103 kPa, es decir, superior a la presión atmosférica, provocando que el vapor llegue a temperaturas de entre 121ºC y 134ºC.
Para conseguir una esterilización completa se requiere someter los instrumentos envasados a estos niveles de temperatura y presión durante unos veinte minutos.
Los autoclaves de última generación permiten procesos a presión y temperaturas mucho más altas, con ciclos estándar alrededor de 134ºC a 200 kPa durante cinco minutos para la esterilización de materiales metálicos. Incluso se pueden realizar ciclos al vacío para acelerar el secado.
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Usos del autoclave
Habitualmente la autoclave se utilizan para:
- Uso médico para esterilizar productos sanitarios.
- Uso en laboratorios para la esterilización de materiales de laboratorios.
- Uso industrial a modo de ollas de presión de gran tamaño para el cocimiento en los diferentes procesos industriales (neumáticos, alimentación, textil, madera y tratamiento de residuos médicos).
- Uso en materiales compuestos para consolidar y curar los materiales compuestos. El diseño y tamaño de la autoclave depende del tipo de aplicación, es decir la clase de pieza que se va a procesar. El sector que más utiliza está técnica es el campo aeronáutico.
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